Capítulo 624
Capitulo 624
Si Rick no quería vender la casa, pues que Carol se feral
Si në podian manejar a Risk por ser profe de Lain, Ledo, Lues, pués que los chicas se cambiaran de escuela y así Rick dejaria de ser su maestrof
Sin brortunidades de cruzarse con Carol, ¿cómo iba a seguir cortejándola?
Mientras pensaba, Aspen le die una patada a Orion, con fuerza.
Onan queda desconcertado, Y esa patada a que se debel?”
Aspen le lanzi un cumplido, “Eres mejor compañía que un perro, me largo.”
Apaço el cigarrillo que tenia en la mano y se levantó para irse.
Orion:…Rayos, qué tipo!”
Cuando Aspen volvió al Barrio Al Futuro, Carol estaba limpiando en casa de Rick,
Al ver eso, Aspen sintió que le hervía la sangre otra vez, pero, aprendiendo de errores pasados, se mantuvo calmado y con cara de pocos amigos le dijo a Carol desde la puerta,
“Sal afuera.”
Carol lo miro con una expresión indescifrable, “Espérame un momento.”
Aspen apretó los labios, casi listo para estallar, pero se contuvo.
La miro fijamente durante unos segundos, lleno de celos dijo, “Te espero en el pasillo.”
“Está bien.”
Aspen se dio la vuelta y se fue, Carol siguió con lo suyo.
Ella se ofreció a limpiar porque la pelea había sido por su causa, dejando la casa hecha un desastre, y se sentía culpable.
Además, porque Tania se desmaya con la vista de la sangre.
Tania habia llamado diciendo que pronto volvería con Rick, quien se negaba a quedarse en el hospital y prefería recuperarse en casa.
Si no limpiaba rápido esas manchas de sangre, Tania se iba a alterar de nuevo.
Considerando que Aspen la esperaba afuera, solo limpió las manchas más visibles, dejando el resto para más tarde. NôvelDrama.Org owns all © content.
Al salir, lovio de inmediato.
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Estaba al final del pasillo fumando, con una mano en el bolsillo del pantalón y la otra sosteniendo el cigarrillo, con él ceño fruncido, claramente de mal humor.
Carol suspiro para sus adentros y se acercó a él.
Al verla, Aspen apagó el cigarrillo de inmediato.
A ella no le gusta el olor a humo, y él lo sabía.
Cuando Carol se acercó, tomó la iniciativa, “¿Vamos a dar una vuelta abajo?”
Su voz era calmada, casi dulce, Aspen se sintió inesperadamente halagado, recordando cómo se habían separado
La observó cautelosamente, preguntando, “¿Ya no estás enojada?”
en malos términos.
Carol respondió, “Ya no, pero de cualquier manera, no está bien golpear a alguien, eso da un mal ejemplo a los niños.
En su interior, Aspen no estaba de acuerdo, pero aceptó su error con buena actitud,
“Seré más cuidadoso de no hacerlo frente a los niños.”
¡Cuando los niños no estén cerca, a ese tipo había que ponerle un alto! ¡Hablar solo era perder el tiempo!
Carol le lanzó una mirada de desaprobación,
No es solo frente a los niños, a tu edad deberías resolver las cosas hablando, no a golpes.”
Aspen murmuró, “Pero si tú también me golpeas todo el tiempo.”
“¡Yo… yo ¿lo he hecho?!”
Aspen la miró con los ojos entrecerrados, como diciendo: Piénsalo tú misma.
Carol se mordió el labio, un poco avergonzada,
“Bueno, al menos no es todos los días. Y, ¿cómo vas a comparar? Lo tuyo es de vida o muerte.”
Si los niños no hubieran intervenido, ¡realmente podría haberlo matado!
Al verla ruborizarse por sus ‘excusas‘, Aspen de repente se sintió mejor, olvidándose de su mal humor.
Sonrió con encanto y dijo con tono indulgente,
“Si me golpeas en privado, no me quejo. Pero un hombre necesita guardar las apariencias.
Carol se quedó un poco atónita, esa declaración sonaba… extraña
Antes de que pudiera reflexionar sobre ese topo de indulgencia, Aspen sugirió, “Vamos.”
“¿A dónde?”
“A una cita.
Al oír eso, el corazón de Carol dio un vuelco, y lo miró con los ojos bien abiertos,
“¿Qué……. qué cita?”