Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capítulo 292



Capítulo 292

Capítulo 292

Después de que Pamela se fue, Sabrina miró solemnemente la entrada de la mansión. Entonces, esta

fiesta estaba preparada para Fernando. Sabrina esperaba que los Santander le encontraran una novia

pronto con la esperanza de que ella pudiera

salir libre.

El sentimiento que pasó por la mente de Sabrina fue solo un suspiro de alivio. No había signos de

celos o consternación en absoluto.

Siguió esperando al hombre bajo la sombra. Después de unos cinco minutos, Fernando salió por la

puerta, luciendo relajado. Sabrina echó un vistazo rápido y desvió la mirada poca lespués. Fernando

se acercó a ella y le dijo: “Varnos. Te

enviaré de vuelta.

Sabrina frunció los labios. Quería rechazar la oferta. Pero sintió que sería redundante decir algo, así

que obedientemente se metió en su Bentley.

En el auto, Sabrina podía oler un leve olor a alcohol del hombre. No era demasiado fuerte, pero se dio

cuenta de que el tenia un par de copas en la fiesta. ¿Quizás se tomó unos tragos con una de las

mujeres preseleccionadas que los Santander le habían arreglado?

Sabrina se apoyó contra la puerta del auto mientras su mente se preguntaba. Estaba tan absorta que

no se dio cuenta de que Fernando la estaba mirando y que se había acercado a Sabrina. Un centavo

por tus pensamientos? ¿Qué estabas pensando?” Preguntó en una voz suave pero profunda, con un

toque de alcohol en su aliento.

“Nada en absoluto.” Sabrina volvió a la realidad. Cuando se dio la vuelta, no esperaba ver el atractivo

rostro de Fernando tan cerca del suyo. Hizo que se detuviera la respiración mientras se acercaba a la

puerta del coche.

Al ver su reacción, Fernando no la obligó como la vez anterior y en su lugar se echó hacia atrás. Cerró

suavemente los ojos, se reclinó en el suave asiento de cuero y dijo: “Te daré tres días para

reconsiderar nuestra relación y también para volver con JK.

¿Tres dias? ¿Muy pronto?

Sabrina hizo una pausa y frunció el ceño ligeramente. Se negó a Nolver a pensar en el asunto, pero

conociendo a Fernando, él no aceptaría un no por respuesta si deseaba algo con urgencia,

Sabrina decidió cambiar a un tema más alegre. “Sr. Santander, escuché que esta fiesta se organiza

para encontrarte novia. Si encuentras uno, significaria que ya no me necesitarás, ¿verdad?

Fernando abrió los ojos al escuchar esto. Se burló, “¿De dónde escuchaste esto? ¿Fue tu buena

amiga Cindy quien te habló de

esto?

Cindy no sabría nada de chismes con seguridad. Sabrina lo miro por encima del hombro. “Sr.

Santander, solo dime la respuesta. ¿Es verdad? Si lo es, no necesitaria considerar tener una relación

contigo“.

Esta mujer realmente podia pensar en cada pequeña excusa para evitar estar con él. Fernando sonrió

y dijo en un tono seductor: “Entonces déjame decirte. Aparte de ti, no estaré y nunca estaré con otras

damas.

Por lo menos, no tendría otras aventuras si estuvieran saliendo.

“Sr. Santander, me has entendido mal. Estaba preguntando si la festa era para que conocieras a otras Còntens bel0ngs to Nô(v)elDr/a/ma.Org

damas potenciales” Sabrina se mostró timida con sus comentarios ya que no esperaba la respuesta.

No iba a hacerle prometer a Fernando que no tendria aventuras.

“No lo es.” Fernando dijo claramente. No tienes que pensar en como hacer que pierda interés en ti.

Solo te quiero a ti ahora.

Estas palabras sonaron seductoras y tentadoras.

Las puntas de las orejas de Sabrina se pusieron de color rojo brillante y su corazón dio un vuelco. Ella

frunció los labios y no hizo más preguntas. Pero por su tono, parecía que no habia escapatoria para

ella. Así que, pase lo que pase, la conclusión

sería la misma.

Fernando tomó su silencio como su acuerdo para reconsiderar su relación. No dijo nada más. Los dos

se sentaron en silencio mientras el auto atravesaba la ciudad.

El auto se detuvo cuando llegaron a Oak View Mansion. Sabrina se apcó apresuradamente. Fernando

se volvió y la miró. “No. se olvide de las muestras de ADN, Sra. Bracamonte“.

Sabrina se dio la vuelta apresuradamente y lo saludo brevemente antes de irse.

Fernando se sentó en el auto mientras observaba a Sabrina entrar al recinto. Llamó al abogado

anterior y le pidió que preparara documentos para otra prueba de inuestra de ADN. Sin embargo, para

las muestras esta vez, no tenia la intención de utilizar una instalación local, sino que queria que se

enviaran Hong Kong para su autenticación.


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