Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria

Capítulo 129



Capítulo 129

Capítulo129

Alejandro frotó sus labios manchados y, al mismo tiempo que le llegaba un dolor de cabeza, el efecto del alcohol desapareció por completo.

Nunca antes había besado a una mujer de forma espontánea. Las únicas dos veces fueron cuando

Beatriz se acercó a él, y solo le permitió rozar ligeramente sus labios.

Pero nunca se habría imaginado que esta vez, el frenesí que desató en los labios de Irene sería

incontrolable, como una bestia salvaje desatada.

Él mismo no podía entenderlo.

-He bebido demasiado esta noche, no he estado del todo consciente -dijo Alejandro, con el cuerpo desplomándose hacia atrás y sosteniendo sus cejas adoloridas. -No puedo seguir bebiendo así, es demasiado propenso a causar problemas.

-¡Tonterías! ¡Eres un pervertido cuando estás borracho! ¡Has besado a Irene, mi familia! -exclamó

Rodrigo apretando los puños, furioso y dando vueltas en el lugar. Si no fuera porque acababa de

recibir una herida grave, ¡realmente quería golpearlo con un saco de arena!

Bajo la estimulación del alcohol, las emociones se salieron de control.

Pero tenía que admitir que el breve momento en que los labios de su exesposa se encontraron con

los suyos tuvo un sabor dulce y sorprendentemente hermoso.

-Estoy cansado, me voy -dijo Alejandro, frunciendo el ceño con irritación y sintiendo un nudo en

la garganta.

-Alejandro, eres un desalmado. ¡Aprovechas la oportunidad cuando alguien está en peligro! Irene Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.

tiene heridas, le han cosido varias puntadas, ¿cómo pudiste hacer algo así mientras ella estaba

lastimada? -dijo Rodrigo, preocupado por su amada, lleno de ira y cuestionando con indignación.

Alejandro abrió los ojos de golpe y su corazón dio un salto.

Clara corrió al baño para arreglarse, luego se enjuagó repetidamente la cara en agua fría para calmar sus mejillas enrojecidas y ardientes antes de salir exhausta del hospital.

Sus hermosos ojos brillaban con emociones mezcladas de afecto y frustración.

Ya se habían divorciado, ¿cómo se atrevió a besarla? ¿Cómo pudo ser tan desvergonzado con ella?

¡Era despreciable!

-¡Clara! -en ese momento, una figura alta y esbelta se apresuró hacia ella y la abrazó fuertemente.

-¡Clara! ¡Lamento llegar tarde, hermanita! -Diego tenía los ojos húmedos y estaba lleno de dolor.

-Hermano, estoy bien…

Diego sabía que no podía tocar su hombro izquierdo herido, así que la abrazó de manera simulada.

-¿Te duele la herida? Ahora mismo te llevaré al hospital de nuestra casa y te haré ver por el mejor

médico.

-Realmente estoy bien.

Clara calmó sus emociones perturbadas por Alejandro, respiró profundamente y su mirada se

volvió fría una vez más, su rostro estaba cubierto de hielo.

-¿Dónde está Juan? ¡Haz que venga a verme de inmediato!

La situación en la mansión de Clara era tan tensa como una tormenta inminente en la montaña. El

edificio entero estaba lleno de tensión.

Diego se sentó lejos de allí, bebiendo té en la mesa, con una actitud de no involucrarse en los

asuntos.

Javier y Aarón estaban de pie uno al lado del otro, junto a Clara. Los dos hombres, altos y cercanos

a los 1.80 metros, parecían un poco débiles e impotentes bajo la imponente presencia de la

señorita.

-Señorita, Juan es su hermano mayor, sería mejor que se calme un poco… – Aarón sudaba y le

susurró en voz baja a Clara, tratando de calmar la situación.

-Sí, señorita, Juan es un especialista en operaciones especiales, sabe cómo manejar las cosas.

Solo quería enseñarle una lección a Flora -Javier sintió claramente la atmósfera asesina que

emanaba de Clara y se sintió intimidado. 1

-¿Especialista en operaciones especiales? ¡Yo diría que es más bien un asesino profesional!


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.