Capítulo 245
Capítulo 245
“Gabriela, tú sabes que siempre hemos sido una familia unida. Ahora que tienes éxito, es justo que compartas con nosotros. Después de todo, ¿qué sería de ti sin tu familla?”
Gabriela apretó los dientes, sintiendo una mezcla de ira y decepción. “No tengo nada que compartir. Y si lo tuviera, no estaria obligada a dárselo a nadie.” Ccontent © exclusive by Nô/vel(D)ra/ma.Org.
La abuela se puso de pie, secándose las lágrimas falsas, miró fijamente a Gabriela y le dijo. “¡Ah, pero cómo cambian las personas cuando tienen un poco de dinero! ¿Recuerdas quién te cuido cuando tus padres no podian hacerlo? ¡Tú me debes tu vida, niña ingrata!”
Gabriela la miró con firmeza y dijo. “Si, te debo mucho, abuela, pero no aceptaré chantajes emocionales.”
Diego, que había estado observando desde un rincón, se acercó a Gabriela con una mirada severa y le dijo. “Gabriela, ya es suficiente. ¿Cómo puedes hablarle así a tu abuela? Deberias estar agradecida y mostrar algo de respeto.”
Sofia, que había estado en silencio hasta ahora, finalmente estalló. “¡Basta ya! Toda la vida me han tratado. como la oveja negra de la familia. Nunca se preocuparon por mi, solo por lo que podian sacar de mi. ¡No más!” Gabriela miró a su hermana y dijo. “Sofía tiene razón. No estamos aqui para ser explotadas por la familia. Somos personas, con derechos y deseos propios.”
La abuela y Viviana intercambiaron miradas preocupadas, viendo que su plan no estaba funcionando.
Gabriela se acercó a Sofía, la tomó del brazo y le dijo. “Vámonos de aquí, Sofia. No tenemos por qué soportar
esto.”
Sofia asintió, y juntas se dirigieron a la puerta.
Detrás de ellas, las súplicas y los reproches de su familia se desvanecieron. Habían tomado una decisión: serian libres, a pesaride las cadenas que intentaban ponerles.
La puerta se cerró con un golpe concluyente, marcando el inicio de una nueva vida para Gabriela y Sofía, lejos. de las sombras del pasado. Y aunque el camino por delante estaba lleno de incertidumbres, una cosa era segura: ya no estarían solas.
“Eres una mujer y además con un niño, ¿cómo vas a tener energia para manejar un restaurante? Así que, hablé con tu hermano y decidimos tomar las riendas del negocio. Si, será duro, pero al final somos familia. Ahora vamos a la oficina para hacer el traspaso. ¡Ah, y me enteré de que Gabi ahora está triunfando, ya es una gran presentadora! Seguro que ha ahorrado un buen dinero. No es seguro que ustedes dos manejen tanto dinero, así que mejor déjennos a nosotros cuidarlo. La señora me dijo que ahora tienen cinco millones, ¿verdad?”