Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 225
Capítulo 225
Se podía decir que, tras la muerte de Ricardo, Victoria probablemente se convirtió en el único calor humano que podía recibir en términos de afecto familjar. Pero en ese momento… si lo que Andrea había dicho era cierto, entonces su percepción del afecto familiar estaria completamente destruida. Decenas de años de emociones se romperían junto con eso. Para alguien que ya creció en una familia disfuncional, experimentar eso podria ser otro golpe devastador.
Sin embargo, no estaba de acuerdo con la forma de actuar de Mario, a los problemas era mejor solucionarlos de una vez y no darle larga.
Miré fijamente a Isaac para preguntarle: “¿Creerías lo que te voy a decir?”
Su voz era suave al contestar: “Si.”
Debió haberlo pensado mucho antes de yo le preguntara, porque no vaciló en responderme. Así que, como ya no tenía reservas, tomé un sorbo de mi café antes de decirle: “Si te digo, lo que dije aquel dia en la habitación del hospital…” Original content from NôvelDrama.Org.
“Isaac!” La puerta de la oficina se abrió de golpe sin previo aviso, acompañada de una voz femenina Clar
y fuerte, interrumpiendo mi discurso.
Al siguiente segundo, Abril entró, vistiendo un exclusivo diseño de Chanel, con botines blancos de tacón. Su rostro delicado mostraba una sonrisa simpatica y radiante al decir: “Te he traído el contrato!” A simple vista, se podía apreciar que era la hija de una familia acomodada criada con dinero y mimos. Con confianza directa y orgullo desbordante. Sin embargo, su sonrisa se congeló un instante cuando vio que había una persona más en la oficina, yo.
Miró a Isaac y preguntó con voz dulce: “Isaac, ¿quién es ella?”
Isaac frunció el ceño sin mostrar emoción alguna y dijo con voz suave: “Mi esposa.”
里
Abril quedó estupefacta, abrió mucho los ojos, señalándome con sus delgados y delicados dedos diciendo: “¡Pero tu esposa no era esa mujer que aparece en las tendencias! ¡La que no es tan bonital como ella!”
Ella me miraba atentamente, con desconfianza.
“Esa es la hija de mi madrastra.” Isaac con esas pocas palabras despejó todas sus dudas.
Abril se quedó boquiabierta, tardó un momento en reaccionar y luego maldijo a través de sus dientes: “¡Ese Camilo! Sabía que me había confundido y ni siquiera me lo dijo.”
“El contrato.” Le dijo Isaac extendiendo su mano esbelta.
Abril recordó su verdadero propósito y le entregó el contrato, y luego se apresuró a sentarse a su lado diciendo: “Isaac, escuché que te vas a divorciar, ¿es que no te llevas bien con ella?”
Isaac se levantó para evitarla, diciéndole con una actitud fria: “¿Algo más?”
Claramente estaba pidiendo que se fuera, pero ella, audazmente, dijo: “¿Qué tal si me caso contigo? ¿Eso cuenta?”
A lo que Isaac respondió friamente: “Al parecer la familia Monroy es un poco corriente.”
Después de comentar eso, revisó rápidamente el contrato, luego llamó a César para que entrara y le pasó el contrato diciéndole: “Llévalo al departamento legal para revisarlo, y de paso acompaña a la
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señorita a la salida.”
Conmigo presente, Abril se sintió algo avergonzada y al levantarse dijo con mal humor: “¡Cuanto más haces esto, más quiero casarme contigo! ¡Tengo que casarme contigo!”
Con esas palabras, se fue rápidamente, no sin antes lanzarme una mirada furiosa. Uno podía imaginarse cuánto la consentia la familia Monroy. Andrea al menos sabía cómo fingir delante de los demás, pero ella ni siquiera se molestaba en hacerlo, solo expresaba su deseo y competía. Ese era probablemente el tipo de confianza que venía con el linaje. ¿Qué importaba si te equivocabas? Alguien vendría a salvarte. No podia evitar admitir que la envidiaba.
Una vez que la puerta de la oficina se cerró nuevamente, Isaac volvió al tema: “Continúa.”
Justo cuando iba a hablar, su teléfono sono inoportunamente. Miró la pantalla, una expresión de disgusto cruzó su rostro, pero al final contestó: “¿Qué pasa?”
No sé qué le dijeron del otro lado, pero su expresión se endureció y se levantó de un salto diciendo:
“Entendido, voy para alla ahora mismo.”
Después de colgar, me miró y dijo con voz grave: “Victoria intentó suicidarse.”