Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 220
Capítulo 220
Parece que la persona que aceptó con tanta alegría mi petición ayer, no había sido él.
Me senti algo molesta y sin palabras mientras le preguntaba: “¿No habias acordado conmigo que, por ahora, no dejarias que los demás lo supieran?”
Camilo frunció el ceño y me dijo: “Lo que te prometi fue no dejar que otros supieran que estabas espiando y grabando videos.”
Bueno. Entonces, él al parecer no tenía la culpa de nada, ¿quizás había sido yo quien no se había expresado claramente?
“¿Tienes algún problema con la familia Montes?”
“No.”
Camilo me miró confundido y preguntó: “¿No entiendes la brutalidad de las guerras comerciales? Después de estar tres años con Isaac, ¿él no te enseñó nada de esto?”
Me quedé sorprendida. Tanto por su franqueza hasta el punto de ser aterradora, como por su segunda
pregunta.
Apreté la palma de mi mano y respondi con la misma sinceridad: “No.”
Durante tres años con Isaac, me enseñó independencia, tolerancia, paciencia, entrega….
Aparte de tratarnos con respeto mutuo, no tuvimos ni una conversación de más, y mucho menos habló conmigo sobre esos asuntos de ganancias y pérdidas en el mundo de los negocios. Content © provided by NôvelDrama.Org.
Esa vez, fue Camilo quien se quedó pensativo por un momento, luego levantó una ceja con interés y me dijo: “Tú eres bastante interesante.”
“¿Y tú no eres interesante también?”
Dije medio riendo: “Por un lado, juegas guerras comerciales con Isaac, y por otro, se lo cuentas a su esposa, ¿qué es lo que buscas?”
Él ordenó su abrigo en el brazo y me dijo: “Si no me equivoco, en este asunto, nuestros objetivos. deberían ser los mismos, ¿verdad?”
“¿Cómo que son los mismos?”
Casi me rio de la frustración: “Tú arruinaste mi plan, ¿Sabes?”
¿Yo arruiné tu plan?”
“Si tan solo hubieras esperado unos minutos más para revelar lo que sabias, yo habría podido obtener el certificado de divorcio sin problemas.”
Él frunció el ceño y preguntó: “¿No es por esa mujer que se llama Andrea que tú e Isaac querían divorciarse? Lo que hice, ¿no te ayudó?”
Me quedé sin palabras de nuevo y le dije: “Quiero divorciarme, pero, no necesito tu ayuda, solo necesito
el divorcio.”
Se apoyó en la barandilla, cruzando los brazos, y una sombra de sorpresa cruzó sus ojos: “¿De verdad quieres divorciarte?”
“Si, y muy en serio.” Respondi sin dudarlo.
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Capitulo 220
Desde el momento en que perdimos a nuestro hijo, Isaac y yo no tuvimos futuro ni ataduras. La ayuda y el cuidado que me brindó durante la universidad, y lo que me debía durante esos tres años, se cancelaron mutuamente. No nos debíamos nada el uno al otro, por lo que solo quedaba el camino del divorcio. Pero no me sorprendió que otros no creyeran que realmente queria divorciarme. Después de todo, alguien sin padres ni antecedentes familiares que logró entrar en la familia Montes ya era increíblemente afortunado, ¿cómo podría querer divorciarse voluntariamente y renunciar a una gran
fortuna?
Camilo, tras escucharlo, dijo perezosamente: “Entonces se cumplirà tu deseo.”
“¿Qué?”
Me lanzó una mirada y comenzó a hablar con calma: Con Abril Monroy fijándose en Isaac, era solo cuestión de tiempo antes de que te convirtieras en su exesposa.”
Al menos fue directo al punto.
“Te lo agradezco.”
Pensando en la cautela que Isaac tenía hacia él, no pude evitar sentir curiosidad: “¿Y tú, quién eres?”
Por lo que dijo, pude deducir que Abril no era de Puerto Nuevo. Combinando eso con la conversación entre Isaac y David, también podria asumir que la familia Monroy definitivamente no era simple e incluso podría… ser más poderosa que la familia Montes.
Además, Camilo, conociendo a Abril, probablemente significaba que sus antecedentes familiares eran comparables.
“¿Quieres averiguar sobre mi?”
Se puso de pie, con una mano en el bolsillo, y sus ojos ligeramente levantados mostrando un toque de desenfreno: “Eso también tiene un precio.”