Capítulo 65
Capitulo 65: Embarazo
Alicia colgó el teléfono abruptamente..
-¿Qué sucede? -preguntó su esposo, su rostro reflejando una preocupación palpable por Aitana.
Alicia conocía demasiado bien el significado de aquel Jadeo que acababa de escuchar,
No podia permitirse que Marc descubriera las acciones ocultas de Altana, por lo que optó por
una mentira.
-No logro contactar con ella, ¿qué hacemos? Si Alti toma una decisión extrema, será responsabilidad de Valentina!
El recuerdo de como Valentina habla destruido la reputación y el futuro de su hija llenó a Alicia de un odio visceral, llevándola a un llanto inconsolable.
Marc, sombrio, reflexionaba.
Habia orquestado un accidente automovilistico y habla contratado trolls para desprestigiar a Valentina en los medios, todo para aniquilarla y evitar que heredara Starlight Joyas.
Pero ahora, con Valentina ganando el campeonato y aumentando su popularidad, ¡las cosas se habian complicado!
Con un brillo de crueldad en la mirada, Marc afirmó:
-Tranquila, si Aiti sufre algún daño, haré que Valentina lamente haber nacido.
Alicia se mordió el labio, recordando aquel jadeo telefónico.
Ella conocia a Aiti a la perfección, como su propia madre.
Marc idolatraba a Aiti, en gran parte porque le recordaba a la Alicia joven, inocente y pura.
Si Marc descubría que todo en Aiti era una ilusión, su decepción sería inmensa.
Una sensación de inquietud se apoderó de Alicia.
Mientras tanto, en el apartamento de Noah…
Con la ropa dispersa por el suelo, Aitana se encontraba encima de Noah, entregándose con desesperación.
Cada movimiento suyo era frenético, a tal grado que incluso Noah percibió que algo no estaba
-Aiti, ¿qué te ocurre? -preguntó él.
Tras un encuentro apasionado, Noah la abrazó, lleno de inquietud.
Había pasado tiempo desde su última intimidad.
Últimamente, Aitana siempre encontraba excusas para no verse, alegando estar ocupada con la
preparación del concurso de joyería.
Justo cuando Noah empezaba a sospechar que ella lo evitaba deliberadamente, esa tarde, ella lo
contactó.
Se reunieron en este apartamento.
Nada más entrar, Aitana se lanzó a sus brazos y en la cama, se entregaron el uno al otro una y
otra vez…
-Noah, te echaba de menos…
Aitana lo besó nuevamente, con una pasión desbordante y profunda.
Ahora que la reputación y el futuro de Aitana en el mundo del diseño estaban en ruinas, ella sabía que debía aprovechar cualquier oportunidad a su favor.
Los Rodriguez, una familia prominente y acaudalada de Coralia, le venían a la mente. especialmente Noah Rodríguez.
Aitana no podía creer que Valentina se hubiera casado con el señor Santiago Mendoza. La
noticia la llenó de una ira incontrolable.
De repente, sintió un malestar en el estómago y se levantó apresuradamente, corriendo al baño
con la intención de vomitar, pero no pudo.
Noah la siguió, preocupado.
-Cariño, ¿podría ser que estés… embarazada? -preguntó con cautela.
¿Embarazada? Aitana quedó en shock.
-¿Cómo podría ser? -Se preguntaba. Siempre habían sido cuidadosos.
Noah, sin embargo, parecía emocionado y rápidamente salió y volvió con una prueba de embarazo. El resultado no tardó en revelarse.
Dos líneas rojas: estaba embarazada.
-Aiti, voy a ser padre! ¡Esto es increible…! -Noah exclamó.
La familia de Noah había enfrentado problemas financieros, perdiendo muchos privilegios. Si Aitana estaba embarazada del bisnieto de los Rodriguez, esto podria ser su salvación.
-Vamos a casa, Aiti. Hablaremos con mi abuela y nos casaremos de inmediato -dijo, tomándola
de la mano. Text © 2024 NôvelDrama.Org.
Altana, aún aturdida, recordó aquel día del aniversario de los Rodriguez con el señor Luciano López, cuando no tomaron precauciones.
Viendo a Noah tan emocionado, Aitana se calmó y dijo:
-Mi sol, estoy feliz de casarme contigo, pero hay algo que debes saber…
-¿Qué es?
-Me acusan de robar los diseños de Valentina, pero… ella misma me los dio, dijo que podía usarlos. Vi que eran superiores y, en un momento de debilidad, los acepté… Nunca imaginé que ella planeara atraparme, arruinarme en la competencia final. Ahora, mi reputación en el diseño está destruida, no me queda nada…
Aitana, con lágrimas en los ojos, miró a Noah con tristeza. Él, lleno de compasión y furia hacia Valentina, prometió:
-Maldita Valentina. No te preocupes, Aiti, me encargaré de vengarme por ti.
Aitana, reposando
su cabeza en el pecho de Noah, sonrió satisfecha.
Valentina podría haberse casado con el señor Mendoza, pero ella, Aitana, aún tenia el poder de
destruir todo lo que Valentina valoraba.