Capítulo 62
Capítulo 62
Rápidamente aparté la mirada, no queria volver a mirarlo. “No necesito tu ayuda.”
Renan soltó una risita. “Aunque no sé por qué quieres huir, si te bajas del carro ahora, seguro te agarran.”
“¿Y tú qué? ¿Mucho tiempo libre?” Me recosté en el asiento y pregunté.
La verdad, que Renán me sacara de alli era una opción.
“Un poco.” Renán asintió.
“Llévame fuera del hospital.” Dije con voz firme.
Renan no se nego y le hizo señas al conductor para que arrancara.
Me escondi debajo del asiento, esquivando la mirada de la gente afuera.
Renan se sentó a mi lado, justo tapando la vista de los curiosos.
“Llegamos.” Al salir del hospital, Renán pidió al conductor que parara en un lugar seguro.
Miré por la ventana del carro, con cautela, y luego pregunté a Renán. “¿Por qué me ayudas?”
Renán me miró fijamente a los ojos por un buen rato. “Te pareces mucho… a alguien que conoci.”
“¿Alguien del pasado eh?” Me rei, sintiendo náuseas.
Qué asco, ¿a quien intenta engañar con ese teatro?
“Esta es mi tarjeta, si tienes algún problema, llámame.” Renán me extendió su tarjeta.
La tomé y una vez que se alejó su carro, la rompi en pedacitos y la eché en un basurero.
“Renán, Yuria y a ese asesino les hare pagar, ¡y voy a recuperarlo todo!”
Sali del callejón, me até el cabello y lo escondi bajo un sombrero, bajé la cabeza y me aleje.
Después de caminar por varios callejones, logré pedir prestado un celular en un café y llamé a Helda.
No podia ir directo donde Helda, seria muy obvio, tenía que hacer que ella viniera a mi.
“¿Hola?” Al otro lado, reconoci la voz ronca de Helda, gastada de tanto llorar. “¿A quién buscas?”
Mis ojos se llenaron de lágrimas y temblaba mientras me apoyaba en la mesa. “Si quieres saber cómo murió tu amiga Nayra, no le digas a nadie… Ven sola al Café de la Esquina para verme.”
Helda se puso en alerta al otro lado de la linea. Property © NôvelDrama.Org.
“¿Quién eres?”
No dije nada, temiendo que mi llanto me delatara.
“¿Quién eres?“, insistió nerviosa.
Me tapé la boca, aguantando el llanto, y colgué.
Devuelvo el celular al mesero y lloro en silencio sobre la mesa.
Unos quince minutos después, llegó Helda.
Vivia cerca, por eso elegi ese café… y porque cuando me sentia mal, siempre terminaba ahí. Era como nuestra base secreta.
Llegó apurada y en pantuflas.
12:26
Capitulo 62
Miró a su alrededor, buscando a la persona que habla llamado.
“Aqui.” Le hice señal con la mano.
Se acercó rápido, con cautela. “Tú…”
Me miró a los ojos, como si quisiera decir que me parecla mucho a Nayra.
“Dijiste… ¿sabes cómo murió mi amiga?” preguntó con voz baja, con los ojos enrojecidos.
Asenti, mirando a ambos lados. “Si ninguno de los dos se casa antes de los treinta, dejaremos todo y viajaremos medio año juntos. Si a los cuarenta seguimos solteros, tampoco nos casaremos. Compraremos una casita en una ciudad del sur y pasaremos alll nuestros dias. Si podemos, adoptaremos un niño…”
La mirada de Helda pasó de sorpresa a shock, se tapó la boca con la mano y empezó a temblar. “Tú… ¿quién eres?”
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