Capítulo 34
Capítulo 34
“¡Helda!“, Juan y sus amigos se lanzaron hacia Helda, intentando detenerla. Pero detrás de ella estaba Lucas. El frunció el ceño: “Todos calmense“.
La policia ya habia tomado posiciones en todas partes, esperando ver si yo aparecia. Me parecia gracioso. yo estaba justo a su lado, pero era una lástima que nadie pudiera verme.
“Renán, tú la mataste, jella no va a regresar!“,
Pero a medida que pasaban los segundos y los minutos no habla señales de mi, ni siquiera cerca del hotel donde se celebraba el banquete de bodas, que Renan habla asegurado con sus propios hombres.
No había nada, absolutamente nada.
Por alguna razón, Renán parecia perder el control, dejó a Yuria y a todos los invitados y se marchó.
“Renán…“. Yuria, con los ojos llorosos, lo siguió. “Todos los invitados están aqui, mi familia también, no puedes hacer esto, tú me lo prometiste“.
“Lo siento Yuria, no puedo casarme contigo“, él se quitó la flor del pecho y se fue.
“¡Renán!“, ella, con el corazón roto, miro la espalda de Renan y, apretando los puños, gritó con descontrol. “¡Renán, tú nunca encontrarás a Nayra! ¡Ella ya está muerta!“.
Después de decir eso, ella parecia arrepentida, su rostro se puso pálido y sus ojos erráticos. Él se detuvo y se volteó para mirarla: “¿Qué es lo que sabes?“.
Yuria respiraba con dificultad y cambió de tema: “Solo hablé sin pensar, Renán, por favor, no hagas una escena, vamos adentro, mis padres están esperándonos“.
Renán frunció el ceño, su expresión era sombria y fue directamente hacia Yuria: “¡Dime si sabes algo!“.
“¡Habla!“, él parecía fuera de si, agarrandola por los hombrós, exigiéndole que hablara.
Nunca lo había visto tan feroz con Yuria, y por un momento me senti incómoda con la situación, me quedé a un lado, sonriendo con desdén. Por supuesto que ella lo sabia, sabia que yo ya estaba muerta.
“La noche del 13 al 14, hicimos que Nayra se pusiera un vestido rojo y fuera al callejón de las Palmas, ¿por qué apareció el 15 en el viejo callejón?“. Renán le preguntó con voz baja, casi como si la e estuviera interrogando.
No sabia si había descubierto algo, solo me sorprendió que él también sospechara de Yuria.
“Yo… no lo sé“. Yuria retrocedió nerviosa.
Renán apretó los puños, simplemente observándola, sin decir una palabra.
Lucas y Helda esperaban, esperaban mi llegada.
“Nayra seguro que va a venir, ama a Renán hasta perder la dignidad. ¿cómo podria no aparecer ahora?“. Juan murmuraba para sí mismo.
Todos estaban convencidos de que alguien como yo, que amaba a Renan hasta la médula, aparecería en la boda para interrumpirla. Pero lo que me confundía era que, aunque la boda era de Renán y Yuria, solo la familia de Yuria estaba presente, ningún pariente de Renán habia venido, ni siquiera Teresa.
“Renán, ella no está“, los amigos de Renán también llegaron, negaron con la cabeza y dijeron que habian. observado todo con cuidado y que no me habian visto. NôvelDrama.Org owns this.
Capitulo 34
El tiempo del banquete ya estaba pasando y yo seguía sin aparecer.
*Renán. ¿qué pasa que aún no entran? Todos los familiares y amigos están esperando“, preguntó la madre de Yuria desde la puerta del salón de banquetes.
Yuria se vela algo culpable y lo miró suplicante: “Renán, por favor, no sabia que mi hermana le diría a toda mi familia sobre la boda, ahora todos mis parientes lo saben y están aquí, no tuve elección“.
*Te dije que esta boda era solo para sacar a Nayra de su escondite“, Renán habló con una voz sombría.
Lucas le echo una mirada, señalando a sus hombres para que se retiraran, seguir esperando ya no tenia
sentido.
La verdad se hizo evidente cuando mis uñas aparecieron en aquel cadáver; la gente de la comisaría entendió que yo no iba a regresar, pero Renán se aferraba a la idea de que yo no había muerto, así que su presencia en la escena era solo una mera formalidad.
*Renán, ella no va a volver, ¿estás contento ahora?“, Helda estaba pálida como la luna, y en ese momento su frustración también se desmorono.
Siguiendo a Lucas con un aire derrotado, ella caminaba paso a paso: “Ella no va a volver, no va a volver“.
“¡Lucas! ¡Encontramos a ese Kent!“.
La policia había realizado una redada toda la noche anterior sin éxito en la captura de Kent. Y, él, de todas maneras, se habia presentado en la boda.